Salud Integral. Centro de Especialidades Médicas. Asturias
Centro Médico. Oviedo. Tratamientos habituales.

ANTIPSICÓTICOS



LOS ANTIPSICÓTICOS:

 

Este grupo de fármacos se caracteriza por antagonizar algunos de los síntomas de las psicosis (De ahí su nombre genérico). Hasta el momento todos los fármacos que han demostrado una acción antipsicótica, comparten un mecanismo farmacodinámico común: El bloqueo de los receptores de dopamina.  Están en desarrollo medicamentos con acción supuestamente antipsicótica con un mecanismo de acción diferente, por ejemplo fármacos que actúen sobre el neurotransmisor glutamato, pero ninguno de ellos ha sido aun comercializado.

 

Los antipsicóticos se clasifican en dos grandes grupos: Los antipsicóticos clásicos, típicos o neurolépticos (Denominados así por uno de sus efectos comunes), y los antipsicóticos atípicos o nuevos.

 

Los antipsicóticos clásicos gozan de mala prensa por sus numerosos efectos secundarios, algunos potencialmente irreversibles como la Discinesia Tardía, y otros especialmente mal tolerados por los pacientes como la akatisia, las crisis distónicas de tipo extrapiramidal, o el aumento de la secreción de prolactina (La hormona que hace segregar leche a las glándulas mamarias).

 

Entre los antipsicóticos clásicos cabe citar la clorpromazina, la levopromazina, la clotiapina, la tioridazina (Ya retirada en España), la perfenazina, la pipotiazina, la flufenazina, la trifluoperazina, el sulpiride, el zuclopentixol etc. Todos ellos se caracterizan por un bloqueo potente y mantenido del receptor dopaminérgico D2, y los numerosos efectos secundarios derivados de dicha acción y de otras como el bloqueo de receptores histaminérgicos, colinérgicos etc.

 

Entre los nuevos antipsicóticos (Atípicos), en España están comercializados la clozapina, la olanzapina, la risperidona, el sertindol, el amysulpride, la quetiapina, la ziprasidona, el aripiprazol la paliperidona y próximamente se comercializará la asenapina. Todos ellos salvo el amysulpride –que para algunos no es atípico, aunque si nuevo-, comparten además del bloqueo dopaminérgico D2, el bloqueo de los receptores serotoninérgicos 5HT2. 

 

Existen sin embargo numerosas diferencias de tipo farmacocinético entre los distintos antipsicóticos atípicos, y así algunos como clozapina y quetiapina tienen una baja afinidad por los receptores D2, lo que hace que casi no tengan ningún efecto extrapiramidal, otros como el amysulpride o la paliperidona tienen una constante de disociación del receptor D2 rápida, lo que igualmente favorece su perfil de efectos secundarios. Finalmente el aripiprazol tiene un efecto agonista parcial del receptor D2, lo que confiere también ciertas características clínicas interesantes (Ausencia de sedación, efecto activador etc.).

 

Mención aparte merece la clozapina, que es hasta el momento el único antipsicótico indicado para los casos resistentes de Esquizofrenia. Sin embargo tiene un efecto tóxico hematológico en aproximadamente un 1 % de los pacientes tratados, lo que obliga a la monitorización hemática periódica.  

 

Los antipsicóticos atípicos tienen un perfil de efectos secundarios más favorable que el de los clásicos, por lo que su empleo actual es más frecuente, pero tienen también efectos secundarios propios, como el denominado síndrome metabólico caracterizado por la aparición de obesidad, disfunción glucémica y lipídica, con riesgo de desarrollo de diabetes. Parece que algunos de los nuevos presentan mayor riesgo (Clozapina, olanzapina, risperidona), que otros (Aripiprazol, ziprasidona). Algunos de los nuevos también elevan la prolactina (Risperidona, paliperidona), y otros no están del todo exentos de efectos extrapiramidales.

 

El empleo de los antipsicóticos es por tanto un difícil arte, que debe ser por lo general monitorizado por Médicos especialistas en psiquiatría. Su combinación con técnicas psicológicas u otros fármacos como antidepresivos, eutimizantes o ansiolíticos es frecuente en la práctica clínica, dado que el tratamiento de enfermedades como la Esquizofrenia o el Trastorno Bipolar es muy complejo y el efecto de los antipsicóticos es tan solo eficaz sobre los llamados síntomas positivos (Alucinaciones, alteraciones de conducta o delirios), y en el caso de algunos antipsicóticos sobre los síntomas afectivos pero escaso o dudoso sobre los síntomas negativos (Apragmatismo, alogia, autismo, apatía), o cognitivos (Déficit de atención, memoria de trabajo etc.). 


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